¿Cuál es la conexión entre el leñador y el Camino del Corazón?

“Había una vez un leñador muy poderoso buscando trabajo.
Llegó a un aserradero y lo contrató inmediatamente.
Debido a que le pagaban bien y las condiciones de trabajo eran muy buenas, el leñador se esforzó por trabajar lo mejor que pudo.
El comerciante le dio un hacha y le mostró el lugar desde donde cortar los árboles.
El primer día, el hombre cortó 15 árboles.
“Felicitaciones”, le dijo el jefe.
“¡Sigue trabajando así!”
Muy motivado por las palabras del jefe, el leñador intentó trabajar aún mejor al día siguiente, pero solo pudo derribar 10 árboles.
Al tercer día intentó aún más, pero solo logró derribar 7 árboles.

Día tras día estaba derribando cada vez menos árboles.
“Creo que estoy perdiendo mis poderes”, pensó el leñador. Stanjenit fue al comerciante y se disculpó, diciéndole que no entendía lo que le estaba pasando.
“¿Cuándo fue la última vez que afilaste el hacha?”, Preguntó el comerciante.
“¿Agudo? No tuve tiempo de afilar el hacha. Estaba muy ocupado cortando los árboles …” ”

Haciendo un paralelo, hay caminos espirituales en los que las personas rechazan la vida en el mundo, lo que les parece estar frenando, brutalizando y alejándose del ideal espiritual y retirándose a la soledad o al monasterio. Dedican todo su tiempo a la transformación interior y la evolución espiritual, es decir, se ocupan permanentemente del “afilado del hacha”. Estas son buenas maneras, formas de negar la apariencia del mundo y trascender.

Hay caminos espirituales en los que el auténtico Buscador se encierra en sí mismo y hace esfuerzos espirituales para transformarse y evolucionar y luego se “arroja” de nuevo a la mitad de la vida, entendiéndola de una manera nueva, porque ahora “tiene el hacha afilada”.

Luego, cuando siente la necesidad, regresa en soledad para dar otro salto espiritual, que luego puede disfrutar en medio de la vida, hasta que este impulso se pierde y regresa a la sala de meditación, para “afilar su hacha nuevamente”.
Estos son caminos espirituales muy buenos que integran la vida y utilizan el entrenamiento espiritual para enfrentar mejor los desafíos de la vida.

Pero también hay un camino espiritual en el que

la vida misma produce transformación y evolución,

EL CAMINO QUE “CUANTOS MÁS ÁRBOLES CORTAS, MÁS AFILADA SE AFILA EL HACHA POR SÍ MISMA.
Quiero decir, en esta situación, el hacha se vuelve más afilada precisamente por su uso”.

ESTE ES EL CAMINO DEL CORAZÓN, DE LA ESPIRITUALIDAD EN MEDIO DE LA VIDA.

Leo Radutz
Sociedad Académica AdAnima
ww.adanima.org
enero 11, 2011

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