<>Los científicos rusos han sutdiasis durante mucho tiempo el campo de la energía sutil, más precisamente el campo de energía humana, afirman que las personas pueden cambiar el mundo que les rodea, simplemente usando su propia energía mental. Esta idea no es nueva, pero no muchos investigadores han tratado de demostrar este hecho desde un punto de vista científico, aunque el campo de la física cuántica se conoce desde hace algún tiempo. El Dr. Konstantin Korotkov, profesor de física en la Universidad Técnica Estatal de San Petersburgo, afirma que cuando tenemos pensamientos positivos o negativos, cada uno de ellos puede tener un impacto diferente en el medio ambiente.
“En el último tiempo hemos desarrollado la idea de que la conciencia humana se comporta como un componente del mundo material, influyendo directamente en el mundo en el que vivimos”, dice el Dr. Konstantin Korotkov.
No podemos ver la energía directamente, por lo que el mundo invisible de la energía puede parecer incomprensible para la mente humana sin que se apliquen mediciones adecuadas para verificar lo que está sucediendo.
Quizás es por eso que el estudio de la conciencia que afecta a nuestra realidad, ha sido tan largo, prácticamente imposible.
Para crear un puente entre nuestro mundo físico y el mundo invisible de la energía, los experimentos científicos utilizan una técnica llamada bioelectrofotografía. En estos experimentos, se supone que tanto el cuerpo humano como la conciencia emiten energía constantemente. Como resultado de esta hipótesis, la bioelectronografía tiene como objetivo capturar estos campos de energía, que se ven como una emisión de luz alrededor del cuerpo físico. En el lenguaje metafísico, esta emisión de energía se conoce como el aura, mientras que en el lenguaje científico este fenómeno se llama campo de energía.
Pero el Dr. Korotkov no es el único científico que estudia el impacto de la acción de la mente humana, es decir, la influencia de nuestros pensamientos en el medio ambiente. El Laboratorio de Ingeniería e Investigación de la Universidad de Princetown también investigó sobre este tema, y llegaron a la conclusión de que la mente en realidad tiene una capacidad sutil para influir en la producción de dispositivos conocidos como generadores de eventos aleatorios. (Generadores de eventos aleatorios).
Este proyecto comenzó cuando un estudiante tenía la curiosidad suficiente para estudiar los efectos de la mente humana y la intención en el medio ambiente, por lo que el Dr. Robert Jahn y su asistente de laboratorio pasaron muchas horas experimentando para determinar si la mente humana tiene o no un impacto en el mundo físico en el que vivimos. El Dr. Jahn pudo establecer que la mente humana interactúa con las máquinas de una manera que no es de naturaleza física. El enfoque de la mente a través de la intención fue capaz de afectar el cambio en los resultados del coche, de maneras inexplicables. Por lo tanto, estos experimentos vienen a probar la forma en que la conciencia influye directamente en la realidad física circundante, de una manera innegable.
Este hecho nos reposa aún más, pues al tomar conciencia de la fuerza de nuestros pensamientos y emociones, tendremos que asumir en gran medida, la calidad de vida que vivimos.
“Es un mensaje muy importante para cada uno de nosotros, porque hemos demostrado que las emociones positivas tienen una gran influencia en el mundo en el que vivimos, sin embargo, una influencia aún mayor la hacen las emociones negativas. Si en el primer caso, la energía sube, en el otro caso la energía baja. Esto significa que si desarrollamos nuestra capacidad de crear amor y emociones positivas, cambiaremos el espacio alrededor de nost.ru”, dice el Dr. Konstantin Korotkov en el video a continuación.