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“Mientras la luz viaja a unos 300.000 kilómetros por segundo, los pensamientos llegan prácticamente instantáneamente al lugar de destino. El pensamiento es más fino que el éter (n.n. Shivanada no habla aquí de Akasha, la materia sutil última, cuyas vibraciones producen toda la manifestación, de ahí el pensamiento, sino el entorno sutil a través del cual se transmite la electricidad), el entorno de la electricidad.
A través de una transmisión de radio, un cantante cantando en Calcuta se puede escuchar en nuestro propio apartamento en Delhi. Cualquier mensaje puede ser recibido por medio de tales transmisiones.
De manera similar se comporta la mente humana. Un santo que exuda olas espirituales de paz, armonía y equilibrio, en realidad envía al mundo pensamientos de paz y armonía. Viajan más rápido que la luz en todas las direcciones, penetrando en las mentes de otras personas y produciendo, a través del sutil fenómeno de la resonancia, pensamientos similares de armonía y paz. En cambio, un hombre involucrado en actividades mundanas, cuya mente está llena de celos, venganza y odio, emite pensamientos discordantes que a su vez penetran en las mentes de miles de personas, creando estados similares y desarmónicos.
El entorno a través del cual viaja el pensamiento
Si lanzamos una piedra a un charco de agua, producirá una sucesión de ondas concéntricas que tienen como epicentro el lugar de impacto. La luz de una vela también dará lugar a ondas de vibraciones etéreas que viajan en todas direcciones, comenzando desde el centro.
De la misma manera, cuando un pensamiento, bueno o malo, cruza la mente de una persona, da lugar a vibraciones en MANAS , (o atmósfera mental), que viajarán en todas las direcciones, a una gran distancia del transmisor.
¿Cuál puede ser el entorno a través del cual el pensamiento viaja de una mente a otra?
La mejor explicación es que MANAS , o la sustancia de la mente, llena como un éter todo el espacio, sirviendo como un vehículo para los pensamientos, al igual que el PRANA es el vehículo para los sentimientos, la luz y la electricidad, y el aire para el sonido. El éter del espacio registra los pensamientos
La fuerza o poder del pensamiento es tan grande que puedes hacer girar la tierra a través de ella. Se puede transmitir de un hombre a otro. Por ejemplo, los fuertes pensamientos de los grandes sabios de antaño, también llamados RISHIS, todavía se conservan en AKASHA.
Los yoguis clarividentes pueden percibir estos pensamientos-imagen. Todavía pueden leerlos. Estamos prácticamente rodeados por un océano de pensamientos. Estamos flotando en este océano. Todos absorbemos ciertos pensamientos y emitimos otros a este universo de pensamientos. Así, cada uno tiene su propio mundo de pensamientos, y todos estos mundos se disuelven en el gran océano de la Mente Cósmica.
Los pensamientos son vívidos
Los pensamientos viven. Son tan sólidos en su mundo como lo son una piedra en el mundo físico. Nuestro cuerpo puede dejar de ser, pero nuestros pensamientos nunca pueden morir. Cada cambio de pensamiento va acompañado de una nueva vibración en la materia mental. La fuerza del pensamiento necesita una cierta materia sutil (un entorno) para poder actuar. Es por eso que cuanto más fuertes sean los pensamientos, antes aparecerán sus resultados. Cuando el pensamiento está enfocado, dándole una cierta dirección particular, producirá ciertos efectos, directamente proporcionales al poder de concentración del transmisor (es decir, con la fuerza con la que emite el pensamiento). […]
Las maravillas de la vibración-pensamiento
Cualquier pensamiento que comience desde ti es una vibración que nunca morirá. Continuará pasando a través de su vibración todas las partículas del universo, y si es un pensamiento noble, santo y poderoso, activará de manera similar todas las mentes que resuenan con él. Este mecanismo permitirá a todos aquellos que te siembran tomar inconscientemente tus pensamientos y comenzar a emitir pensamientos similares de acuerdo a su propia capacidad interior. El resultado será que incluso sin conocer las consecuencias de tus propias acciones, habrás puesto en movimiento enormes fuerzas, amplificadas por el poder de la resonancia, que derrotarán los malos pensamientos que emanan de los egoístas o malvados.
Extracto del libro “El poder del pensamiento” de Swami Sivananda