El bien es infinitamente más poderoso que el mal

 

El bien es infinitamente más poderoso que el mal, que es sólo más tentador

Pregunta de los lectores

Voy a trabajar y siento que este mundo no es mío…
A la gente le interesa, al parecer, solo ganar, la amistad solo depende de los intereses,
y los avances de los hombres que me rodean parecen enfocados a una necesidad muy pragmática de “probar a la mujer” y eso es todo.

Además, toda la lamentable vida pública, la administración, los políticos, la televisión, me hacen sentir en un mundo del que no debería formar parte, porque… Ese no es mi mundo.

Soy una mujer normal, digo, pero me siento anormalmente diferente de esta realidad. ¿Cuál es su opinión y cuál podría ser la solución?”

Respuesta:
Normal no significa natural sino habitual.

Es decir, en una determinada época, en un determinado espacio, ciertos aspectos eran o son considerados “normales”.
Es decir, habitual, según la curva de la “campana de Gauss”.

Lo que significa, a la vez, ordinario y gregario.

Este “normal” no es un valor en sí mismo (si vivieras en Sodoma, “normal” habrían sido las relaciones homosexuales, por ejemplo).

Un hombre despierto no debe buscar lo normal sino lo auténtico, lo que es verdaderamente valioso y cuyo valor es eterno, no depende de la época y el espacio de su vida.

La espiritualización de la vida es el verdadero camino para acceder a valores auténticos.

Además, puedes estar más atento a tu alrededor, porque

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Hay muchos hombres que aman, mucha gente que es buena, y políticos más limpios y algo mejor intencionados.

Sepan que ellos también tienen su impresión, que están solos y alienados en un mundo perverso.
La realidad es bien distinta.

El número y el valor de las personas buenas y superiores es mucho mayor que el de las inferiores, pero el “ruido” que hacen las personas malas es mucho mayor. Y esto no es accidental, sino premeditado.

Cultiva la espiritualidad, la bondad, la belleza, el amor, la justicia, la pureza, el refinamiento, la seriedad
en tu vida y busca personas con aspiraciones similares.

Verás que existe.

Busca a los que son como tú, pero aún inertes e indiferentes y “despiértalos, ¡solo si es posible y si quieren!”

La acción es superior a la inacción, y un hombre sabio vale más que un millón de tontos.

Transforma tu vida para que ella misma, cada día, te ayude y te regenere.
Y no esperar unas vacaciones ilusorias, en un mundo ilusorio, para reparar los errores de la propia forma de vivir.

Trata de determinar tu propio propósito espiritual y procede inmediatamente a su realización.

Abheda Yoga – el Camino del Corazón por eso existe – para cultivar el bien y hacerlo evidente dentro de nosotros y fuera de nosotros en este mundo APARENTEMENTE confuso.

Eso es exactamente lo que hacemos en el camino del Corazón: desarrollamos métodos de entrenamiento y habilidades para ayudarnos a sentir que nuestro mundo es exactamente lo que necesitamos para ser felices.

Por lo tanto, hay métodos de entrenamiento, actitudes internas que cultivar, libros que leer y películas que ver, comprensiones más elevadas del amor y de la vida.

Pero también se necesita que la gente entienda y pase por todo esto.

Porque una onza de práctica hace tanto como toneladas de teoría.

 

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