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<>Aunque todos los tipos de agua tienen la misma fórmula química, su estructura molecular difiere considerablemente, como se demuestra claramente en estas fotos.
Entendemos por esto que el agua tiene un mensaje muy importante para nosotros. Es como un espejo, que refleja exactamente nuestro estado interior. Cuando reflejamos nuestra cara en ella, su mensaje se vuelve increíblemente claro, como un cristal. Sabemos que la vida humana está directamente relacionada con la calidad del agua, tanto en nuestros cuerpos como a nuestro alrededor.
En su ponencia, el Dr. Masaru Emoto presenta argumentos concretos que demuestran que la bioenergía humana, la energía de los pensamientos, la energía transmitida por las palabras, las ideas-fuerza y la música, todo esto influye en la estructura molecular del agua, la misma agua que constituye el 70% del cuerpo de un hombre maduro y cubre en el mismo porcentaje nuestro planeta. El agua es la fuente esencial de vida en el planeta, su calidad e integridad son de vital importancia para todas las fuentes de vida.
El Dr. Emoto descubrió muchas diferencias fascinantes en las estructuras cristalinas del agua de diversas fuentes bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, el agua de montaña y manantial reveló hermosos patrones geométricos en su estructura cristalina. En cambio, el agua tóxica y contaminada de áreas industriales superpobladas o el agua estancada de pozos de agua o reservorios cristalizaron en formas distorsionadas, aleatorias y desarmoniosas.
También descubrió que el agua de un lago contaminado cambió rápidamente su nivel vibratorio y estructura de cristalización después de ser bendecida por un sacerdote budista.
El agua influye en nuestras vidas y nosotros influimos en ella.
Recientemente apareció un artículo en ruso sobre aspectos espirituales relacionados con el agua.
”
http://gabrieltzu.wordpress.com/2009/10/16/semnul-crucii-mai-eficient-decat-aparatele-moderne-de-dezinfectie-a-apei/
De hecho, las oraciones curan enfermedades, dicen los científicos.
De hecho, las personas pueden ser sanadas en las iglesias cuando tocan reliquias sagradas o santuarios. Los científicos de Petersburgo lo demostraron, y también descubrieron el mecanismo “material” de este fenómeno divino.
“Una oración es un remedio poderoso”, dice Valery Slezin, jefe del Laboratorio de Neuropsicofisiología del Instituto Bekhterev de Investigación y Desarrollo Psiconeurológico en Petersburgo. “La oración no solo regula todos los procesos en el cuerpo humano, sino que también repara la estructura severamente dañada de la conciencia”.
El profesor Slezin hizo algo increíble: midió el poder de la oración. Grabó electroencefalogramas de monjes mientras rezaban y capturó un fenómeno inusual: la “extinción” completa de la corteza cerebral. Esta condición se puede observar solo en bebés de tres meses, cuando están al lado de sus madres, con absoluta seguridad.
A medida que la persona crece, esta sensación de seguridad desaparece, la actividad cerebral aumenta y este ritmo de biocorrientes cerebrales se vuelve raro, solo durante el sueño profundo o la oración, como demostró el científico. Valeri Slezin llamó a este estado desconocido “despertar fácil, en oración” y demostró que es de vital importancia para cualquier persona.
Es un hecho conocido que las enfermedades son causadas principalmente por situaciones negativas y afrentas que se quedan en nuestras mentes. Durante la oración, sin embargo, las preocupaciones pasan a un segundo plano o incluso desaparecen por completo. Por lo tanto, tanto la curación psíquica y moral, así como la curación física se hacen posibles.
Los servicios de la Iglesia también ayudan a mejorar la salud. La ingeniera y electrofísica Angelina Malakovskaya del Laboratorio de Tecnología Médica y Biológica realizó más de mil estudios para conocer las características de salud de algunos feligreses antes y después del servicio. Resultó que el servicio de la iglesia normaliza la presión arterial y los valores de los análisis de sangre.
Resulta que las oraciones pueden neutralizar incluso la radiación. Se sabe que después de la explosión en Chernobyl, los instrumentos de medición de radiación mostraron valores que excedieron la capacidad de medición del instrumento. Cerca de la Iglesia del Arcángel Miguel, sin embargo, a cuatro kilómetros de los reactores, el valor de radiación era normal. Los científicos de Petersburgo confirmaron con la ayuda de experimentos realizados que el agua bendita, el signo de la Cruz y el tañido de campanas también pueden tener propiedades curativas. Es por eso que en Rusia las campanas siempre suenan en el curso de las epidemias.
El ultrasonido emitido por las campanas mata los virus de la gripe, la hepatitis y el tifus. Las proteínas de los virus se enroscan y ya no portan la infección, dijo. Malakovskaya. El signo de la cruz tiene un efecto aún más significativo: mata microbios patógenos (bacilo del colon y estafilococos) no solo en el agua del grifo, sino también en ríos y lagos. Es incluso más eficaz que los modernos aparatos de desinfección por radiación magnética.
El laboratorio científico del Instituto de Medicina Industrial y Naval analizó el agua antes y después de la consagración. Resultó que si uno lee el Padre Nuestro y hace la señal de la Cruz en el agua, entonces la concentración de bacterias dañinas será cien veces menor. La radiación electromagnética da resultados muy inferiores. Por lo tanto, las recomendaciones ortodoxas para bendecir cualquier alimento o bebida tienen no solo un valor espiritual, sino también preventivo.
El agua bendita no solo se purifica, sino que también cambia su estructura, se vuelve inofensiva y puede sanar. Esto se puede probar con aparatos especiales.
El espectrógrafo indica una mayor densidad óptica del agua bendita, como si entendiera el significado de las oraciones y la preservara. Esta es la causa de este poder único para sanar.
El único límite es que sana sólo a los creyentes.
“El agua ‘distingue’ el nivel de creencia de las personas”, dice A. Malenkovskaya. Cuando un sacerdote santifica el agua, la densidad óptica es 2,5 veces mayor, cuando la santificación es realizada por un laico fiel, solo 1,5 veces mayor, pero con un hombre bautizado e incrédulo sin una cruz alrededor del cuello, los cambios fueron insignificantes.
Traducido del ruso al inglés por Julia Bulighina
del inglés al rumano Cristina M.
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