Entonces Almitra volvió a hablar y dijo:
” .. ¿Y qué tienes que decirnos sobre el matrimonio, oh maestro ?”
Y él respondió, diciendo:
” Nacieron juntos y juntos siempre se quedarán.
Estarán juntos cuando las alas de la muerte los dispersen.
Sí, estarán juntos en la memoria muy silenciosa de Dios.
Pero deja espacios entre ustedes,
Y deja que los vientos del aire vengan y bailen allí.
Ámense los unos a los otros, pero no hagan del amor un grillete;
Mejor que haya un mar girando entre las orillas de sus almas.
Llenen el cáliz del otro, pero no beban ambos de uno.
Comparta su pan, pero no coma de la misma rebanada,
Canten y bailen juntos… y regocíjense, pero hagan que cada uno de ustedes esté solo,
Así como las cuerdas del laúd vibran entre sí, pero tocan juntas.
Dad vuestros corazones, pero no los entreguéis al otro para que los guardéis,
Porque sólo la mano de la Vida puede abarcarlos.
Estar juntos, pero no muy cerca,
Porque los pilares del templo están a una distancia unos de otros
Y el roble y el ciprés no crecen a la sombra del otro”.