Un día, el profesor llegó a la universidad, levantando la mano, con un vaso lleno de agua.
– ¿Cuánto pesa este vaso? preguntó la maestra.
– 150 gr, 300 gr, respondieron los estudiantes
“No puedo averiguar exactamente qué peso tiene si no lo peso”, dijo la maestra. Pero, ¿qué pasará si sostengo el vaso en mi mano durante 5 minutos?
-¡Nada! Los estudiantes respondieron
– ¿Qué pasará si sostengo el vaso en la mano durante una hora?
– ¡Sentirás hormigueo en tu mano derecha! Los estudiantes respondieron
-¡Muy bien! ¿Y qué va a pasar si lo mantengo así durante todo un día?
Uno de los estudiantes intervino: ¡Te voy a adormecer el brazo! ¡Vas a estar sacudiendo todo tu cuerpo! ¡Probablemente te vas a quedar paralizado y vamos a tener que llamar a la ambulancia!, se rieron todos los colegas.
-¡Muy bien! Pero a lo largo de este día, ¿cambiará el peso del vidrio?
-¡No! Los estudiantes respondieron
– Entonces, ¿por qué sufrirá mi brazo?
En clase era tranquilo…
– ¿Qué debo hacer para deshacerme del dolor?
– ¡Baja ese vaso! Gritó uno de los estudiantes
Los problemas que encontramos en la vida siguen el mismo principio.
¡Manténgalos con usted durante unos minutos y le parecerán menores!
¡Guárdalos durante unas horas y te molerán! ¡Después de unos días, te paralizarán y no podrás hacer nada!
Así que.. SUELTE EL VASO ahora mismo, y después de un tiempo podrá ver estos “problemas” como oportunidades.
¡DONDE ESTÁ LA ATENCIÓN, AHÍ ES DONDE VA LA ENERGÍA! 😉
Fuente: Internet